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¿Por que se forman los cálculos renales?

La formación de un cristal litiásico inicialmente, y finalmente de un cálculo renal, es un proceso muy complejo en el que pueden influir muchas circuntancias.

La orina es una solución de agua y sales que se encuentran en un estado de equilibrio que hace que las sales no precipiten. Este equilibrio es dependiente de la temperatura o la acidez. Cuando este equlibrio se rompe, los cristales pueden precipitar y formar cristales. La agregación de muchos cristales produce cálculos.

Existen muchos tipos de cálculos y de muy diversas sustancias, calcio, acido urico, fosfato amónico magnésico...etc. Dependiendo del tipo de cálculo que se tenga, pueden haber influido diversos factores.  En los últimos años, y gracias a la importante investigación realizada, se conoce que en la formación de un cálculo metabólico no existe una teoría única.

El riñón además sintetiza sustancias para evitar la precipitación de cristales y la consecuente formación de cálculos. Algunos ejemplos de estas sustancias inhibidoras son la nefrocalcina, proteina de Tam Horsfall, citratos...

Las sustancias nucleantes existentes en la orina (calcio, oxalato, ácido úrico, fosfato, cistina, etc.) precipitan por sobresaturación, gracias a la acción de fenómenos de inducción (epitaxia), y en ausencia de la acción de sustancias inhibidoras de la cristalización (citrato, magnesio, pirofosfato, citrato, nefrocalcina, glucosaminoglicanos, proteína de Tamm-Horsfall, etc.). 

Ciertos factores anatómicos o urodinámicos del tracto urinario pueden también favorecer el proceso de formación, así como la existencia de elementos proteicos en la orina, que pueden constituir la matriz inicial del cálculo en formación. 

Tras la nucleación de cristales, sigue el crecimiento y agregación de otros. El cálculo resultante puede haberse formado libre en las cavidades renales, lo que constituye el cálculo de “cavidad”, o haberse iniciado desde una lesión inicial en una determinada zona renal . La oliguria (micción escasa en volumen, inferior a 1.500 cc de orina en 24 horas) es un factor de riesgo común en la formación de todo tipo de cálculos. Por eso siempre se recomienda la ingesta de agua abundante en este tipo de enfermos.