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Solifenacina posible solución para las molestias derivadas por doble J tras ureteroscopia

Es conocido para las mayoría de los enfermos con cálculos renales las importantes molestias que provocan los catéteres doble J.

Los catéteres doble J con unos tubos que se ponen para asegurar el paso de orina entre el riñón y la vejiga a través del uréter, se llaman doble J por que tienen una forma de jota en cada extremo para impedir su movilización.

Aunque se debate mucho acerca de la conveniencia de la utilización de los doble J tras ureteroscopia, la mayoría de los urólogos los suelen dejar. Si bien es cierto que son molestos, aseguran el drenaje del riñón tras la ureteroscopia. El drenaje del riñón en este tipo de cirugía se puede fácilmente ver afectado debido a una obstrucción del uréter. El edema de las paredes del uréter, producido por el paso de los aparatos, y la expulsión de fragmentos residuales de cálculos pueden obstruir el uréter y producir un cólico. Es por eso, por lo que se suele dejar un catéter ureteral unos días puesto.

Desgraciadamente el catéter ureteral doble J es un elemento extraño que a su vez provoca inflamación en la vejiga. Esta inflamación produce síntomas irritativos miccionales, como el aumento de la frecuencia micciones, el escozor o incluso leves sangrados. Además anula el mecanismo antireflujo fisiológico del uréter y permite el ascenso de orina del riñón desde la vejiga hasta el riñón cuando la presión de la vejiga aumenta (durante la micción). Estas dos circunstancias provocan molestias en los enfermos portadores de estos catéteres.

Ha salido un estudio sobre 70 pacientes portadores de doble J tras ureteroscopia, en el que se demuestra que la administración de solifenacina, mejora tanto los síntomas irrritativos, como el dolor y la hematuria de forma significativa. 

Se trata de un fármaco anticolinérgico que relaja la vejiga y que se utiliza para cuadros irritativos miccionales. Los efectos secundarios del fármaco, son habitualmente la retención aguda de orina, la sequedad de las mucosas, el estreñimiento o la visión borrosa. En este estudio se han producido en el 7,1% de los enfermos.

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